Hemos comentado en anteriores artículos la posibilidad de
pigmentar el hormigón en masa. El uso del pigmento en el hormigón cada vez es
más extendido. Su integración en el hormigón presenta un encarecimiento en el
precio final del hormigón, sin embargo se
consiguen resultados muy vistosos, que merece ser tenido en cuenta si la
aplicación tiene una intención decorativa, como edificios, muros a los que se
pigmenta con color ocre, para reducir el impacto medioambiental y otros.
Una dosificación orientativa puede ser un 3% sobre el
cemento, lo que traducimos más o menos en unos 10 kilos por metro cúbico. El
pigmento se puede añadir en planta o en la cuba directamente. Debido a la
granulometría del hormigón las dispersiones son muy buenas; eso sí se necesitan
unos 8 minutos de amasado.
No debemos buscar en este tipo de acabado una homogeneidad
total en el color, debido principalmente a que es muy difícil que las amasadas
en cada cuba, sean exactas, con lo que la tonalidad se verá afectada. La
cantidad de agua en el hormigón es un factor también determinante.
A la hora de buscar un color determinado, tenemos que tener
en cuenta un factor muy importante; el color del cemento. Usando cemento gris,
pigmentos como el amarillo, ocres y naranjas se verán afectados oscureciéndose.
Es recomendable que la empresa fabricante haga pruebas y considere la
posibilidad de fabricar un hormigón con cemento blanco.
Se precisa también un encofrado que no sea absorbente (por
ejemplo encofrados nuevos de madera), esto puede conllevar a que el pigmento,
de granulometría muy fina y que se encuentra en la lechada del cemento, sea
absorbido por el encofrado, con lo que la pigmentación final sea menor de lo
esperado.
Podemos también utilizar encofrados con texturas, lo que
aumentará el efecto decorativo.
Os adjuntamos enlace de nuestra página de pigmentos para
hormigón. No dudéis en consultarnos si tenéis intención de hacer un muro de
hormigón coloreado.
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