En los
últimos tiempos cada vez es más habitual el utilizar pigmentos para colorear
toda la masa del hormigón. Como hemos hablado en otros artículos los pigmentos
deben ser óxidos inorgánicos (de hierro para rojo, amarillo y negro; de cromo
para el verde). Estos son los únicos que son estables a la radiación uv y a la
alcalinidad del cemento. También al medio ácido.
Los usos más
habituales del hormigón pigmentado suelen ser acerados, carriles bici, muros y
soleras.
El acabado
final de los hormigones pigmentados es muy llamativo, eso sí, nunca hay que
buscar un tipo de homogeneidad en el color como en el caso de pintado, pues
aunque la dispersión del pigmento en el hormigón es prácticamente completa,
factores como encofrado, talochado y demás conseguirán difuminar el resultado.
La
dosificación del pigmento suele estar alrededor de 6 a 13 kilos por metro
cúbico de hormigón. Se pueden conseguir tonalidades más intensas al añadir más
pigmento, pero normalmente los presupuestos están ajustados. El pigmento óxido
es inerte, se comporta como un filler, luego el que afecte a la resistencia del hormigón dependerá de la
granulometría de este.
Otro factor
importante a tener en cuenta es la influencia del color del cemento. Con el
gris del cemento que normalmente se usa en hormigón podemos conseguir tonos
rojizos, pardos y grises. Si queremos obtener tonos amarillentos, cremas y ocres
habrá que dosificar pigmentos, e incluso para algunas tonalidades no se podrán
conseguir sin utilizar cemento blanco.
El pigmento
se puede dosificar en planta o en la misma cuba. Harán falta unos minutos para
lograr la dispersión del pigmento en el hormigón.
Seguiremos
comentando en posteriores artículos. Si necesitáis más información o precios de
pigmentos contactad conmigo en Info@resinatuhormigonimpreso.com
Disponemos
de una gama amplia de óxidos en distribución.
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